La primera sorpresa de la que disfrutamos al pedir este tradicional plato marroquí es su presentación: el plato de barro, con su tapadera y su cuenco con el caldo anexo proporciona una primera sensación visual sobre lo acertado de nuestra elección.
La sémola cuenta con una cocción un tanto larga, quedando muy tierna (quizás demasiado para paladares que prefieran un punto más “al dente”), con un sabor potente del caldo que añadimos en el cuscús. Este caldo está preparado junto con el pollo y los garbanzos, de manera que éstos quedan tiernos y jugosos.
El conjunto representa una combinación armónica de sabores junto con el dulzor, característico de la comida árabe, que proporcionan la cebolla caramelizada y las pasas.
La ración es abundante, de modo que se recomienda pedirlo para compartir si queremos pedir algún otro plato de la carta.
Precio en euros | Valoración presentación | Valoración acompañamiento |
12 | 10 | 8 |
Sitio físico del establecimiento | Factor de higiene | Sabor del plato |
8 | 9 | 8 |
Pintón todo lo que tienes en el blog! el otro día compré unos tagines, estoy deseando hacer un plato como este. Me ha gustado todo!
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Muchas gracias Paula, hacemos lo que podemos y si puedes aportar en el menú de envía tu plato te publicamos cosas ricas.
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